domingo, 19 de junio de 2011

Contrapuntos

Las películas “Largo Viaje” de Patricio Kaulen y “La Buena Vida” de Andrés Wood son sin duda alguna de suma importancia para el cine chileno, y guardan ciertas similitudes entre ambas. Filmadas en el centro de la ciudad de Santiago, ambas llegan a un acuerdo en mostrarnos la realidad que se vive en el Santiago respectivo, en el Santiago de cada uno de los rodajes. “Largo Viaje” del ’67 por un lado y, por el otro, “La Buena Vida” del ’08. Ahora, es gracias a esta característica que ambas difieren, ya que los contextos históricos que vemos impregnados en las historias eran y son representados como contextos completamente diferentes.

Hablemos primero de “La Buena Vida”. Una denuncia a la incomunicación del mundo actual. Vemos un Santiago que perfectamente podría ser Nueva York. En este aspecto, esta película es universal. Una radiografía a la sociedad que habita Chile hoy en día, una sociedad completamente individualista. Esto, llevado a conclusión, es una muestra de una sociedad concretada, una ciudad que ya dio por finalizada su construcción. 

Por el otro lado, tenemos la película “Largo Viaje”, que hablando acerca del mismo tema (la vida de diferentes personajes en un contexto definido) nos muestra un Santiago completamente diferente. Primero que nada, nos sitúa en los años ’60. Un Chile en construcción, un Chile diverso, un Chile de muchos Chiles dentro de si mismo, de muchas realidades. Diferentes estratos sociales vestidos cada uno de su propia arquitectura, de su propia realidad.


Entonces, podríamos decir que ambas son similares en cuanto a construcción y sentido con el cual quieren contar una historia, pero difieren en que hablan de tiempos completamente diferentes. Tiempos, por un lado, de transición y mestizaje, de grandes contrastes y, por el otro lado, de individualismo creado como consecuencia de la globalización.

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